miércoles, 24 de octubre de 2012

Especial Viaje a Ítaca sobre La vida es sueño



Viaje a Ítaca - Los jueves: Música y Teatro - 11/10/12 RTVE


Dedicamos nuestro espacio de Música y Teatro a La vida es sueño de P. Calderón de la Barca, que representa la Compañía Nacional de Teatro Clásico, en un montaje dirigido por Helena Pimenta sabiamente acompañado de música barroca merced a la selección y adaptación del prestigioso director de escena Ignacio García. Además de la música del montaje, contaremos con fragmentos de la obra declamados por Blanca Portillo, "la" Segismundo de este montaje, y otros momentos de La vida es sueño rescatados de nuestos archivos históricos, con la voz y el arte de figuras tan memorables como José María Rodero, Marisa Paredes o José María del Río.

martes, 23 de octubre de 2012

Autores: del Siglo de Oro al Siglo de Ahora


Cervantes, Calderón o Lope no pudieron ni soñar la actualidad de sus obras varios siglos después. Con motivo del montaje que estrena el jueves Ron Lalá en los Teatros del Canal, siete autores contemporáneos confiesan los títulos, autores y personajes más inspiradores de aquella época.

ELCULTURAL.es | Publicado el 12/10/2012

Desafío total con Segismundo

Llevo los dos últimos años -en realidad toda mi vida, pero especialmente estos dos años- conviviendo con Don Quijote. En él he encontrado siempre modos de mirar el mundo, los de su autor, que me resultaron atractivos y me formaron: esa manera de tomarse todo en serio y de tomarse todo casi en broma, esa piedad para mirar el mundo. Pero no sé si puedo hablar de Don Quijote como personaje dramático aunque en España ha habido, según el CDT, más de 150 obras con él como personaje en el último medio siglo. Así que opto por otro que, por cierto, estoy deseando volver a ver, encarnado, me cuentan, por una gigantesca Blanca Portillo. En el mundo de hoy existen infinidad de productos de ficción, especialmente de cine, basados en la idea de multiversos o en la llamada teoría de cuerdas. Desde Perdidos o Érase una vez hasta una película de hace más de veinte años que fui a ver porque me la recomendó mi amigo Carlos Gumpert: Desafío total, de Verhoeven.Pensamos en ese mundo de multiversos para preguntarnos qué somos y qué hacer -otra vez, la preguntita- y nos topamos con Segismundo. O con todo Calderón: “Obra bien, que Dios es Dios”, decía en otra de sus obras. Nuevamente la misma actitud: aunque tal vez todo sea sueño, o locura: haz lo que debas. José Ramón Fernández

El espejo de las comedias de negros

Hay un corpus del teatro del Siglo de Oro prácticamente nunca representado entre nosotros cuya puesta en escena hoy nos hablaría de una sociedad mucho menos homogénea y más mestiza que la imagen que se nos ha querido transmitir desde Menéndez Pelayo. Me refiero a las denominadas “comedias de negros”. Autores como Lope de Vega (El prodigio de EtiopíaEl negro del mejor amo), Claramonte (El valiente negro en Flandes), Ximénez de Enciso (Juan Latino) o Vélez de Guevara (Virtudes vencen señales) hablaron en sus obras del problemático encaje del Otro, el diferente, el Negro, en la España de su tiempo. En la sociedad multicultural y multirracial que estamos construyendo hoy, sacar a la luz ese pasado, con sus tensiones y sus claroscuros, nos ayudaría a tender un espejo al patio de butacas e interrogarnos en voz alta sobre el lugar que ofrecemos entre nosotros a la diferencia, sobre cómo miramos y representamos al Otro, que es ya parte de nosotros. Cuando se ha ocupado de estos temas la dramaturgia española actual, ha tratado el fenómeno únicamente desde el punto de vista de la inmigración, sin comprender que vivimos ya en una sociedad mestiza que necesita ver reflejada su diversidad en los escenarios, en toda su complejidad.Borja Ortiz de Gondra

La carga crítica de Calderón

La vida es sueño, siempre actual, ha de serlo especialmente en un tiempo en el que la realidad es enmascarada e incluso suplantada por ficciones que unos pocos construyen para confundir a los demás. Dos veces hace Basilio dormir a Segismundo en un lugar para despertarlo en otro. Se constituye así en una suerte de director de escena que, conforme a sus propios objetivos, asigna a su hijo distintos papeles en distintos escenarios. El dominio del rey manipulador sobre el príncipe cautivo vale como representación de un orden en que unos seres humanos reparten los papeles que los demás deben interpretar. Aquellos primeros dictan en cada momento, en función de sus intereses, qué es la realidad. La rebelión de los otros habría de comenzar por la pregunta: “¿Quién escribe nuestros sueños?”. O, más allá y más acá, por la pregunta: “¿Quién escribe nuestras vidas?”. En este sentido,La vida es sueño encierra una enorme carga crítica -como ya supo ver, entre otros, Pasolini- que estalla cada vez que un espectador, al presenciar la obra, se pregunta si a él mismo le hacen soñar y quién es el autor de ese sueño.Juan Mayorga

Las mujeres de Numancia

Sin duda, me quedo con Cervantes. Y, para ser más precisa, con sus personajes femeninos, tanto los de las novelas como los del teatro. Cuando lees a cualquiera de las mujeres de Cervantes percibes enseguida la libertad de pensamiento que tienen. Su forma de hablar, de actuar, incluso, de expresar su deseo sexual está más cerca de la actualidad que cualquiera de las de su época. La joven Leonarda de El viejo celoso se queja por haber sido casada con un viejo al que no ama y toma la decisión de hacer algo para no quedarse privada de sentir el resto de su vida. También en cuanto a acción y pensamiento están “las mujeres de Numancia”, que deciden y prohíben a los hombres luchar desesperadamente contra los romanos cuando todos saben que morirán y ellas quedarán como esclavas, humilladas y vejadas. En La Numancia el hombre no elige sólo el curso de los acontecimientos, sino que al escuchar la voz de la mujer, deciden entre ambos el futuro del pueblo. Esta tragedia de Cervantes es una historia que podría hacerse en cualquier contexto político actual. Hace un año le encargué a Carlos Be una versión de la Tragedia de la Numancia ubicándola en el 15-M que estrenamos en Microteatro Por Dinero. El montaje era de total actualidad.Sonia Sebastián

“En un día se trueca un reino todo...”

Los autores actuales mostramos, salvo raras excepciones, un gran respeto y admiración por los autores del Siglo de Oro: Cervantes, Tirso de Molina, Lope de Vega..., y sobre todo Calderón. La obra más representada en los últimos años de estos autores entre nosotros es La vida es sueño, que permite, además, lecturas muy diversas y personales. Segismundo tal vez sea el personaje más emblemático, y del único que la mayoría se sabe algunos versos, conozca o no la obra: “¡Ay, mísero de mí, ay, infelice!”, etc. Le sigue de cerca El alcalde de Zalamea, con su gran perfección de estructura teatral. En esta obra sale al escenario uno de los temas centrales de nuestro Siglo de Oro, “el corto y largo plazo”, enfrentados en nuestra vida. Siempre me han impresionado esos versos del Capitán que comienzan: “En un día el sol alumbra / y falta. En un día se trueca/ un reino todo...”. Tal vez la vida toda transcurra sólo en un día, aunque nosotros fantaseemos con un plazo más largo. Ése es, para mí, el principal valor de los clásicos, que nos siguen haciendo preguntas esenciales sobre nuestra existencia, a la vez que nos llevan de viaje a otros tiempos, lugares y mundos, y nos enriquecen y divierten con su universalidad y su grandeza. José Luis Alonso de Santos

Un trío que deja sin aliento

Me es muy difícil escoger un único título o un único autor. El trío Cervantes-Lope-Calderón me resultan fundamentales, y si tengo que afinar aún más me quedo, sin dudarlo, con Cervantes y con Lope. Cervantes por su profundo conocimiento del ser humano y Lope porque es pura vida, pura emoción, está rebosante de sentimientos y contradicciones. Cervantes describe el horror de la guerra en La Numancia con una crudeza y una verdad insuperables y retrata al hombre y sus miserias en Los entremeses con una agudeza que deja boquiabierto. En cuanto a Lope, me resulta imposible escoger un único ejemplo porque me emociona y me comunica con una potencia enorme. Lope maneja personajes de carne y hueso, personajes a los que amar, que se expresan con un torrente de imágenes que dejan sin aliento. Laila Ripoll

Con Don Quijote a la utopía necesaria

Alguien me reprochaba en el estreno de Veraneantes que en el texto de presentación se reivindicara la utopía. Creo que la proyección universal que impulsa Cervantes con El Quijote, que pueda equipararse a Shakespeare, es precisamente la creación de un personaje que persigue las quimeras de forma incansable, sin desfallecer. ¿Quién deja hoy su casa para salir a buscar una utopía? Deshacernos de esa posibilidad de utopía -una palabra casi peyorativa ya- es renunciar al progreso. Cervantes, además, consigue mezclar de forma genial géneros como la comedia y la tragedia, en los que se unen emoción y reflexión. Don Quijote y Sancho son dos personajes fabulosos que se van contagiando mutuamente. Ambos se dejan arrastrar por la visión del otro. Esto, volviendo a la actualidad, también es importante porque el contagio es necesario para tener los oídos bien abiertos a todo lo que nos rodea. Miguel del Arco

Ron Lalá - Siglo de Oro, siglo de ahora (folía)